Oct 5

NOIRLab: Telescopios en Chile obtienen imagen detallada de una famosa guardería estelar

Esta imagen muestra una comparación de la nueva imagen (arriba) de la pared occidental de la Nebulosa Carina tomada por el Observatorio internacional Gemini, un programa de NOIRLab de la NSF y AURA, y una imagen de la misma región sin Óptica Adaptativa (abajo). La imagen superior fue tomada con el telescopio Gemini Sur en Chile con el instrumento GSAOI usando el sistema de óptica adaptativa GeMS, y la imagen inferior fue tomada en Cerro Tololo con el Telescopio Víctor M. Blanco de 4 metros usando el instrumento NEWFIRM. Crédito: Observatorio Internacional Gemini/CTIO/NOIRLab/NSF/AURA

Un equipo de astrónomos logró obtener una impresionante imagen de la pared occidental de la Nebulosa de Carina con detalles sin precedentes, utilizando el telescopio instalado en Chile del Observatorio Internacional de Gemini, un programa de Observatorio AURA y NOIRLab de NSF. La imagen revela un gran número de estructuras inusuales en la nebulosa con detalles increíbles, que son resultado de una tecnología conocida como óptica adaptativa, la cual incrementa en 10 veces la nitidez de las observaciones realizadas por el equipo de investigadores.

Las nebulosas son el lugar perfecto para estudiar el nacimiento de las estrellas, ya que son regiones de gas y polvo donde las estrellas se fusionan, aumentan su temperatura y luego comienzan a brillar. La refulgente Nebulosa de Carina, ubicada en el cielo del hemisferio Sur, es 500 veces más grande que la más conocida Nebulosa de Orión, convirtiéndola en una candidata ideal para investigar la formación estelar.

El equipo utilizó la técnica de óptica adaptativa del telescopio de 8,1 metros de Gemini Sur para mejorar significativamente observaciones previas de la pared occidental de la Nebulosa de Carina, el borde más nítido de la nebulosa. La óptica adaptativa compensa los efectos de turbulencia que producen los gases que hay en la atmósfera de la Tierra para producir imágenes nítidas, comparables a las de un telescopio espacial. De hecho esta imagen recuerda a los famosos Pilares de la Creación del Hubble en la Nebulosa del Águila.

Las regiones de formación estelar están cubiertas de polvo, pero es posible mirar a través de esta polvorienta capa observando con luz infrarroja. El equipo, liderado por Patrick Hartigan de la Rice University, utilizó una cámara de óptica adaptativa capaz de detectar luz en infrarrojo cercano —llamada GSAOI, por sus siglas en inglés— para descubrir una enorme pared de polvo y gas brillando con la intensa luz ultravioleta de masivas estrellas jóvenes más cercanas. Esta región es un buen ejemplo de una pared de este tipo y la imagen proporciona una vista muy clara de una zona de formación estelar en el infrarrojo cercano [1]

Con una resolución 10 veces superior a la que sería posible conseguir sin óptica adaptativa desde tierra [2], la imagen revela una gran cantidad de detalles nunca antes observados y una serie de estructuras inusuales. Hay una larga serie de crestas paralelas que podrían ser resultado de un campo magnético; hay una notable y casi perfecta forma de onda, además de fragmentos que parecen abrirse camino entre la nube impulsados por un fuerte viento. También hay evidencia de un jet o un chorro de material expulsado de una estrella recientemente formada.

Esta imagen proporciona la evidencia más detallada de la que se tiene registro sobre la forma en que las estrellas jóvenes afectan su entorno y la influencia que tendrían en los procesos posteriores de la formación de estrellas y planetas “Es posible que el Sol se haya formado así”, explicó Hartigan. “Si fue así, la radiación y los vientos de cualquier estrella masiva cercana habrían afectado las masas y atmósferas de los planetas exteriores del Sistema Solar“. Los astrónomos apenas están comenzando a modelar la forma en la que estas estrellas afectan la evolución de los sistemas planetarios.

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