CTIO telescopes at sunset

Cerro Tololo al atardecer. Crédito Imagen: NOAO/NSF/AURA

Desde las primeras observaciones en 1965, Cerro Tololo, ubicado en Chile, ha servido como la principal plataforma para la investigación astronómica estadounidense de los cielos del hemisferio sur.

Cerro Tololo, un programa de NOIRLab de la Fundación Nacional de Ciencias de Estados Unidos (NSF) y AURA, es un complejo de telescopios e instrumentos astronómicos ubicados aproximadamente a 500 kms. al norte de la ciudad de Santiago y a 80 kms. al este de La Serena, Chile, a una altitud de 2.200 metros sobre el nivel del mar. 

Cerro Tololo opera el telescopio Víctor M. Blanco de 4 metros, que cuenta con la Cámara de Energía Oscura (DECam por sus siglas en inglés), una cámara CCD de alto rendimiento y campo amplio construida para llevar a cabo el Estudio de Energía Oscura (DES), un proyecto científico liderado por la Oficina del Departamento de Energía de EE.UU. También posee los telescopios de 1,5 y 0,9 metros, que están siendo operados por el Consorcio SMARTS con el apoyo de Cerro Tololo.  

También alberga 11 observatorios de terceros y proyectos de investigación, operando más de 20 telescopios que proporcionan una plataforma de acceso al hemisferio sur para la investigación científica en Estados Unidos y en todo el mundo. 

Cerro Tololo es operado por el NOIRLab de NSF, que es administrado bajo un acuerdo de cooperación por la Asociación de Universidades para la Investigación en Astronomía (AURA). 

Un poco de historia sobre Cerro Tololo 

En 1958, Federico Rutllant, director del Observatorio Nacional de Chile, emprendía un vuelo a Estados Unidos con destino al Observatorio Astronómico Yerkes en la ciudad de Chicago, con el fin de reunirse con su director Gerard P. Kuiper. A los pocos meses, era Kuiper quien aterrizaba en el aeropuerto de Los Cerrillos, en Santiago, para constatar con sus propios ojos la calidad de los cielos del norte de Chile para la observación astronómica que Rutllant le había comentado en su visita a Chicago. 

A los pocos meses llegaría a Chile una delegación de astrónomos de Estados Unidos, encabezada por Jurgen Stock, para trabajar junto a colegas de la Universidad de Chile, en la búsqueda de un sitio para la instalación de un observatorio astronómico. En 1960, el proyecto pasaba de las manos de la Universidad de Chicago a la naciente organización AURA, la Asociación de Universidades para la Investigación en Astronomía, bajo el auspicio de la Fundación Nacional de Ciencias de Estados Unidos. 

A lomo de mula recorrieron la cordillera de Los Andes, desde el cerro Colorado en la Región Metropolitana hasta el cerro La Peineta en las cercanías de Copiapó, con el fin de identificar el mejor lugar. Hacia 1961, esta colaboración chileno-estadounidense ya había definido que el sitio óptimo para esta gran empresa era Cerro Tololo que, con una altura de 2.200 metros, se ubicaba en la comuna de Vicuña, Región de Coquimbo.  

El 25 de noviembre de 1962, AURA adquirió la propiedad llamada El Totoral en la cual se ubicaba dicho cerro y a partir de ese año comenzaron a instalarse en la cumbre los instrumentos que darían forma al Observatorio Inter-Americano de Cerro Tololo (CTIO), dando así inicio a la aventura de la exploración del Universo desde el hemisferio austral en Chile. El primero de ellos, en 1961, fue un pequeño reflector de 40 centímetros. En noviembre de 1967 el telescopio de 1,5 metro vio su primera luz y coincidentemente Cerro Tololo fue oficialmente inaugurado con la presencia del Presidente de la República, Eduardo Frei Montalva.  

Desde las primeras observaciones en 1965, Cerro Tololo ha servido como la plataforma principal para la investigación astronómica del hemisferio sur.