Jan 24

Apagón cerca del Telescopio Cerro Tololo, del Observatorio AURA en Chile

Fiesta ciudadana en la localidad de Andacollo para concientizar sobre el cuidado de los cielos oscuros

Durante la noche del lunes, 24 de enero de 2022, la Seremi de Ciencia Macrozona Centro, la Gobernación Regional, junto con la Municipalidad de Andacollo, una localidad vecina al telescopio de Cerro Tololo (CTIO) en Chile, celebraron el evento denominado Apagón por Nuestros Cielos. Esta actividad fue organizada en conjunto con NOIRLab de NSF, AURA y la Oficina para la Protección de la Calidad del Cielo del Norte de Chile (OPCC), además de otras organizaciones regionales. 

A partir de las 21:00 horas se dio comienzo al acto, con el apagado progresivo del alumbrado público en la localidad de Andacollo, seguido por las luminarias de instituciones públicas y, finalmente, las luces de los residentes locales. El evento permitió a los vecinos de Andacollo disfrutar de las estrellas sin las luminarias de la ciudad.  

El director de la OPCC, Pedro Sanhueza, y Daniel Munizaga de NOIRLab, subieron a Cerro Tololo para documentar el cambio en el brillo del cielo durante el apagón. Los astrónomos Guillermo Damke de AURA/Universidad de La Serena y Rodolfo Angeloni de NOIRLab coordinaron la instalación y uso de medidores de calidad del cielo y otros equipos de detección de brillo en Cerro Tololo y Andacollo, para registrar las mediciones de calidad del cielo durante el evento. Esta comparación de imágenes muestra la diferencia en las luces de la ciudad y la luminosidad del cielo durante y después del evento, visto desde Cerro Tololo.

La actividad brindó la oportunidad de crear conciencia sobre los privilegiados cielos de Chile yla importancia de mantener su oscuridad. El cielo nocturno es un patrimonio de la humanidad que debe ser preservado y protegido contra la contaminación lumínica. Generaciones enteras que viven en áreas urbanas nunca han visto la Vía Láctea, nuestra galaxia, arqueándose sobre lo alto durante la noche. Se estima que, actualmente, el 83% de las personas en la Tierra viven bajo cielos con contaminación lumínica, por lo cual, esencialmente, no pueden ver la Vía Láctea. La contaminación lumínica no es sólo un problema para nuestro preciado patrimonio cultural, sino que también amenaza sitios apartados en las cimas de las montañas donde operan las principales instalaciones astronómicas de primer orden.