Durante la última década, los científicos han confirmado la presencia de un tipo importante de ondas magnetizadas, llamadas ondas de Alfvén, en la atmósfera exterior del Sol, es decir, la corona. Estas ondas, específicas de ambientes plasmáticos como los del Sol, pueden transportar energía desde la atmósfera inferior hacia la caliente corona y el viento solar.
El planeta gigante de hielo, Urano, que orbita el Sol de lado, es un mundo extraño y misterioso. Ahora, en un estudio sin precedentes que abarca dos décadas, investigadores que utilizan el Telescopio Espacial Hubble de la NASA han descubierto nuevos conocimientos sobre la composición y dinámica atmosférica del planeta.
Por primera vez, el Telescopio Espacial James Webb de la NASA ha captado la brillante actividad de auroras de Neptuno. Las auroras se producen cuando partículas energéticas, a menudo provenientes del Sol, quedan atrapadas en el campo magnético de un planeta y finalmente impactan la atmósfera superior. La energía liberada durante estas colisiones crea el característico resplandor.
La colaboración del Instrumento Espectroscópico de Energía Oscura (DESI) publicó un nuevo análisis de la energía oscura que utilizó los datos recolectados durante sus primeros tres años de funcionamiento, lo que abarca cerca de 15 millones de galaxias y cuásares. La investigación, combinada con otros estudios del fondo cósmico de microondas, supernovas y lentes gravitacionales débiles, sugiere que la energía oscura varía con el tiempo.
Utilizando la ayuda del telescopio Gemini Norte, la mitad boreal del Observatorio Internacional Gemini que financia en parte la Fundación Nacional de Ciencias de Estados Unidos y que opera NOIRLab de NSF, un equipo de astrónomos descubrió cuatro exoplanetas más pequeños que la Tierra, orbitando la estrella de Barnard, el sistema estelar con una sola estrella más cercano.
El agujero negro supermasivo en el centro de la Vía Láctea parece estar de fiesta, con un espectáculo de luces estilo bola de discoteca incluido.
Un equipo de astrónomos, utilizando el Telescopio Gemini Norte, la mitad boreal del Observatorio Internacional Gemini, financiado en parte por la Fundación Nacional de Ciencias de Estados Unidos y operado por NOIRLab de NSF, detectó el jet más grande jamás observado del Universo temprano
¡El Telescopio Espacial Hubble de la NASA ha capturado un blanco cósmico! La gigantesca galaxia LEDA 1313424 está ondulando con nueve anillos llenos de estrellas después de que una “flecha” —una pequeña galaxia enana azul— atravesara su corazón.
Hace un siglo, Edwin Hubble estableció por primera vez que esta llamada “nebulosa espiral” estaba en realidad muy lejos de nuestra propia galaxia Vía Láctea, a una distancia de aproximadamente 2,5 millones de años luz o aproximadamente 25 diámetros de la Vía Láctea.
Se trata de pequeñas estructuras débiles que suelen contener entre unos cientos hasta miles de estrellas —en comparación con los cientos de miles de millones de estrellas que componen la Vía Láctea, por ejemplo—, y que por lo general se esconden discretamente entre los innumerables objetos brillantes del cielo.