El dúo de galaxias que interactúan se llama denomina Arp 143. El par contiene la galaxia espiral brillante, distorsionada y formadora de estrellas NGC 2445 a la derecha, junto con su compañera menos llamativa, NGC 2444 a la izquierda.
Hasta ahora, solo se han visto dos objetos interestelares sobrevolando a través de nuestro Sistema Solar, pero los científicos creen que hay muchos más al acecho
El observatorio de ciencia espacial más grande y complejo del mundo ahora comenzará seis meses de puesta en marcha en el espacio. Al final de la puesta en marcha, Webb entregará sus primeras imágenes.
Los astrónomos descubrieron al menos 70 nuevos planetas que flotan libremente, vagando por el espacio sin una estrella madre, en una región cercana de la Vía Láctea.
Desde su posición ventajosa muy por encima de la atmósfera de la Tierra, el Telescopio Espacial Hubble de la NASA ha completado la gran gira de este año por el sistema solar exterior, devolviendo imágenes nítidas que complementan las observaciones actuales y pasadas de naves espaciales interplanetarias.
La Vía Láctea está repleta de planetas enigmáticos más grandes que la Tierra pero algo más pequeños que Neptuno, corriendo alrededor de sus estrellas más rápido y más cerca de lo que Mercurio orbita alrededor del Sol.
Con sólo unas 5 semanas antes del lanzamiento, el Telescopio Espacial James Webb ha entrado de manera segura dentro de la sala limpia en su sitio de lanzamiento en el Centro Espacial de Guayana, en la Guayana Francesa.
El drama de la muerte entre las estrellas puede parecer bastante inquietante a veces. Esta foto de la envejecida estrella gigante roja CW Leonis parece sacada de un cuento de Halloween. La estrella parece estar atrapada dentro de unas tenues telarañas anaranjadas que la envuelven. Los rayos de luz brillan a través del polvo, como rayos de sol en un día parcialmente nublado.
En su primer año de operaciones, el telescopio espacial James Webb de la NASA unirá fuerzas con un esfuerzo de colaboración global para crear una imagen del área que rodea directamente al agujero negro supermasivo en el corazón de nuestra galaxia, la Vía Láctea.
Como la velocidad de un piloto de carreras que avanza, los vientos en el “carril” más externo de la Gran Mancha Roja de Júpiter se están acelerando, un descubrimiento que sólo fue posible gracias al Telescopio Espacial Hubble de la NASA, que ha monitoreado el planeta durante más de una década.